sábado, 10 de marzo de 2012

Quiero una vida con contrato.

Donde me hagan firmar que no pueden haber problemas, que queda totalmente prohibido llorar, y donde sea ilegal comerse la cabeza. Un contrato donde me obliguen a ser feliz de por vida, donde todos los días haya sol y no lo interrumpan las tormentas, ni chaparrones ni que por una milésima de segundo chispé. Donde la única droga sea mi sonrisa, mi carcajada. Que en el contrato conste que el único dolor debe ser el de la barriga de no poder parar de reír, también tiene que constar que es pena de cárcel ser pesimista y que te lleven a la horca por deprimirte. Quiero una vida que lleve como bandera un millón de sonrisas. Quiero algo bonito, puede que imposible. Por querer lo quiero todo, quiero tener algo bonito con alguien, algo perfecto, que cada vez que mire el móvil tenga un sms suyo diciendo que me echa de menos y solo hace 10 minutos que no me ve. Quiero tener una vida perfecta, donde mi mayor preocupación sea el no saber que hacer. Quiero vivir un presente, vivir cada segundo sin pensar en el siguiente. Tampoco suena tan dificil,¿ no?

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